Si te gustan las películas de Tarantino, tienes que ver estas
Si eres fanático del director Quentin Tarantino, conoces su estilo inconfundible. Aquí te presentamos una selección de películas que capturan esa esencia única.



Hay directores que marcan un antes y un después en el cine, y Quentin Tarantino es sin duda uno de ellos. Su habilidad para mezclar diálogos ingeniosos, estructuras narrativas no lineales, violencia estilizada y referencias a la cultura pop ha creado un sello personal que muchos han intentado emular.
Desde sus inicios con 'Reservoir Dogs', donde ya mostraba su maestría en la tensión y los diálogos, hasta éxitos masivos como 'Pulp Fiction', que revitalizó el cine independiente y se convirtió en un fenómeno cultural, Tarantino ha redefinido géneros. No podemos olvidar la venganza épica de 'Kill Bill', el revisionismo histórico de 'Malditos bastardos' o 'Django desencadenado', o su carta de amor a Hollywood en 'Érase una vez en… Hollywood'.
Pero el universo 'tarantinesco' no se limita solo a sus películas como director. Guiones suyos que dirigieron otros, como 'Amor a quemarropa' de Tony Scott o 'Asesinos natos' de Oliver Stone, ya contenían muchos de los elementos que definirían su obra. Y por supuesto, hay películas de otros directores que, intencionadamente o no, beben de su influencia, adoptando su ritmo, su uso de la música o su aproximación a la acción y el crimen, como podríamos ver en 'Sin City', 'Drive' o 'Baby Driver'. Si disfrutas de ese coctel explosivo de diálogos brillantes, personajes memorables y giros inesperados, esta lista es para ti.
14. Baby Driver (2017)
Baby Driver es una película de atracos y persecuciones dirigida por Edgar Wright que comparte con el cine de Tarantino un amor por la música y el estilo. Ansel Elgort interpreta a Baby, un joven conductor de fugas con tinnitus que usa la música para silenciar el zumbido constante en sus oídos y para cronometrar sus asombrosas maniobras al volante.
Lo que hace única a esta película es cómo la acción y la edición están coreografiadas al ritmo de la banda sonora. Cada persecución, cada tiroteo, e incluso muchos diálogos, están sincronizados con las canciones que Baby escucha en sus auriculares. Tiene un elenco carismático (Kevin Spacey, Jamie Foxx, Jon Hamm, Eiza González, Lily James) y un ritmo frenético que la hace increíblemente entretenida. Es como un musical de acción, lleno de guiños cinéfilos y una energía contagiosa que recuerda al gusto de Tarantino por integrar la música de forma diegética y estilizada.

13. Drive (2011)
Drive es una película que rezuma estilo y una melancolía cool que a menudo se asocia con la estética de ciertas películas tarantinianas, aunque con un enfoque mucho más minimalista y contemplativo. Ryan Gosling interpreta a un misterioso conductor de Hollywood que trabaja como doble de acción de día y conductor de fugas para criminales de noche. Su vida tranquila se complica cuando decide ayudar al marido de su vecina.
Dirigida por Nicolas Winding Refn, la película destaca por su estética neo-noir, su uso atmosférico de la música synth-pop (con esa banda sonora electrónica tan distintiva) y secuencias de violencia repentina y brutal. El diálogo es escaso, a diferencia de Tarantino, pero la fuerza está en la atmósfera, la actuación silenciosa de Gosling y la tensión palpable. Es una película que prioriza el estilo y la sensación por encima de la trama compleja, algo que los fans de Tarantino a menudo aprecian.

12. Sin City: Ciudad del pecado (2005)
Sin City: Ciudad del pecado es una adaptación visualmente impactante de los cómics de Frank Miller, codirigida por el propio Miller y Robert Rodriguez, con Quentin Tarantino como director invitado en una secuencia. La película recrea fielmente el estilo noir y las impactantes imágenes en blanco y negro con toques de color de las novelas gráficas, contando varias historias entrelazadas ambientadas en la corrupta y peligrosa Sin City.
Aunque no es una película de Tarantino per se, comparte su amor por el diálogo estilizado, la violencia cruda y un universo poblado por personajes extremos y moralmente ambiguos. La contribución de Tarantino fue dirigir la tensa escena del coche entre Dwight (Clive Owen) y Jackie Boy (Benicio del Toro), demostrando su habilidad para crear suspense a través de la conversación. Es una película única por su estética, que parece sacada directamente de las páginas de un cómic.

11. Asesinos natos (1994)
Asesinos natos (Natural Born Killers) es otra película con guion de Tarantino que fue radicalmente modificada por su director, Oliver Stone, lo que llevó a una famosa disputa. La película sigue a Mickey (Woody Harrelson) y Mallory (Juliette Lewis), dos amantes que se convierten en asesinos en serie y son glorificados por los medios de comunicación.
La versión de Stone es un asalto visual y auditivo, utilizando una mezcla frenética de estilos de filmación (blanco y negro, color, animación, diferentes tipos de cámaras) y una edición vertiginosa para reflejar el caos y la locura de sus protagonistas y la sociedad que los idolatra. Aunque Tarantino se distanció de ella, aún se pueden reconocer elementos de su guion original en los diálogos y la premisa, aunque la visión final es indiscutiblemente la de Stone. Es una película controvertida y estilísticamente audaz.

10. Amor a quemarropa (1993)
Aunque no la dirigió, Amor a quemarropa (True Romance) es pura esencia Tarantino en su guion. Dirigida por el fallecido Tony Scott, cuenta la historia de Clarence (Christian Slater), un fanático del cine de kung fu, que se casa con una prostituta, Alabama (Patricia Arquette), y juntos roban una maleta llena de cocaína a su proxeneta. Esto desata una persecución violenta y estilizada a lo largo del país.
El guion de Tarantino está lleno de sus sellos distintivos: diálogos ingeniosos, personajes excéntricos, violencia explosiva y referencias a la cultura pop. El elenco secundario es una locura de cameos estelares, incluyendo a Dennis Hopper, Christopher Walken, Gary Oldman, Brad Pitt y James Gandolfini en papeles memorables. Tony Scott le dio su propio toque visual enérgico, creando una película que se siente como el primo salvaje de Pulp Fiction.

9. Jackie Brown (1997)
Jackie Brown es la película de Quentin Tarantino que a menudo se siente como su obra más madura y contenida, y es la única que adaptó directamente de una novela, Rum Punch de Elmore Leonard. Pam Grier brilla como Jackie Brown, una azafata de vuelo que trafica dinero para un traficante de armas (Samuel L. Jackson). Cuando la pillan, se ve atrapada entre la policía (Michael Keaton) y el traficante, y debe usar todo su ingenio para salir ilesa.
La película es un homenaje al cine Blaxploitation de los 70, en particular a la propia Pam Grier, una estrella del género. Es menos frenética que otras películas de Tarantino, centrándose en los personajes complejos y sus relaciones, especialmente la que se forma entre Jackie y el fiador de fianzas (Robert Forster, nominado al Oscar). La banda sonora, llena de soul y R&B de los 70, es excepcional y fundamental para la atmósfera de la película.

8. Kill Bill: Volumen 2 (2004)
La segunda mitad de la épica de venganza de La Novia, Kill Bill: Volumen 2, cambia ligeramente el tono respecto a la primera parte. Aunque sigue habiendo acción estilizada, esta entrega se centra más en los diálogos, el desarrollo de personajes y la construcción del mundo de los asesinos. Aquí conocemos más sobre el pasado de La Novia, su entrenamiento y, por supuesto, el enfrentamiento final con Bill.
Si el Volumen 1 era una explosión de referencias al cine de acción asiático, el Volumen 2 se inclina más hacia el Spaghetti Western y el cine de artes marciales clásico de Shaw Brothers. La escena del entrenamiento con Pai Mei es particularmente destacada, así como los tensos encuentros con los restantes miembros de la lista negra. Es la conclusión de una historia fascinante, que profundiza en los motivos y las relaciones de estos letales personajes.

7. Érase una vez en… Hollywood (2019)
Érase una vez en… Hollywood es una carta de amor a la industria cinematográfica de finales de los años 60 en Los Ángeles, justo en un punto de inflexión cultural. Sigue a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un actor de televisión en declive, y su doble de acción y mejor amigo, Cliff Booth (Brad Pitt), mientras navegan por un Hollywood que apenas reconocen. Sus vidas se cruzan tangencialmente con la de su vecina, la actriz Sharon Tate (Margot Robbie).
La película es un viaje nostálgico lleno de detalles de la época, desde los coches y la música hasta los carteles de cine y los programas de televisión. Brad Pitt ganó el Oscar al Mejor Actor de Reparto por su relajada pero intensa interpretación de Cliff Booth. Es una película más contemplativa que otras de Tarantino, con un enfoque mayor en la atmósfera y los personajes, pero culmina con un giro final inesperado y muy tarantiniano que juega con la historia real.

6. Los odiosos ocho (2015)
Imagina un western pero confinado en un puñado de localizaciones, casi como una obra de teatro. Eso es Los odiosos ocho. Ambientada años después de la Guerra Civil, una tormenta de nieve obliga a un grupo de pintorescos y poco fiables personajes (cazarrecompensas, prisioneros, un sheriff, un general confederado...) a refugiarse en una mercería de paso en la montaña. La tensión y la paranoia aumentan a medida que descubren que quizás no todos son quienes dicen ser.
La película fue rodada en formato Ultra Panavision 70mm, un formato de pantalla ancha raramente usado, lo que le da un aspecto visual impresionante (especialmente en exteriores nevados, aunque la mayor parte es en interiores). El elenco es formidable, con Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh (nominada al Oscar) y Walton Goggins destacando en un juego de sospechas y diálogos venenosos. Es una película densa, centrada en la conversación y la atmósfera claustrofóbica.

5. Django desencadenado (2012)
Con Django desencadenado, Quentin Tarantino se adentra en el género del Spaghetti Western para ofrecer una historia brutal y estilizada ambientada dos años antes de la Guerra Civil estadounidense. Jamie Foxx interpreta a Django, un esclavo liberado que se une a un cazarrecompensas alemán (Christoph Waltz, en otro papel estelar) para encontrar y liberar a su esposa (Kerry Washington) de un despiadado propietario de plantación (Leonardo DiCaprio).
La película es una mezcla explosiva de acción, humor negro y un comentario mordaz sobre la esclavitud. Los diálogos son tan brillantes como siempre, y las actuaciones son de primer nivel. Waltz ganó otro Oscar por su papel, y DiCaprio ofrece una de sus interpretaciones más memorables como el villano Calvin Candie. La banda sonora es fantástica, mezclando música original con pistas de westerns clásicos y hip-hop. Es un western diferente, con el sello inconfundible de Tarantino.

4. Malditos bastardos (2009)
Malditos bastardos es la audaz incursión de Quentin Tarantino en la Segunda Guerra Mundial, pero no esperes una película de guerra convencional. Aquí, la historia se reescribe a golpe de diálogo tenso y violencia catártica. Sigue dos tramas paralelas: un grupo de soldados judíos-estadounidenses conocidos como "Los Bastardos", dedicados a aterrorizar y matar nazis, y una joven propietaria de cine judía que planea su propia venganza contra la élite nazi.
La película es famosa por sus escenas de diálogo increíblemente largas y llenas de suspense, como la inicial en la granja o la de la taberna. Christoph Waltz se llevó un merecidísimo Oscar por su escalofriante y carismática interpretación del Coronel Hans Landa. Es una película que juega con las expectativas, llena de personajes fascinantes y momentos de pura genialidad tarantiniana.

3. Kill Bill: Volumen 1 (2003)
¡Prepárate para una avalancha de acción estilizada y referencias al cine de kung fu y samuráis! Kill Bill: Volumen 1 es la primera mitad de la épica saga de venganza de Quentin Tarantino, protagonizada por una implacable Uma Thurman como La Novia. Despertando de un coma tras ser traicionada en su propia boda, emprende un viaje sanguinario para tachar nombres de su lista negra.
Visualmente, es un espectáculo. Las escenas de lucha coreografiadas por Yuen Woo-ping (el mismo de Matrix) son de otro nivel, especialmente el icónico enfrentamiento en la Casa de las Hojas Azules con los 88 maníacos. La película bebe directamente del cine de explotación asiático, los spaghetti westerns y el anime, creando un cóctel único y electrizante. La banda sonora es, como siempre en Tarantino, una maravilla. Es pura adrenalina y estilo visual.

2. Reservoir Dogs (1992)
Reservoir Dogs es el explosivo debut que puso a Quentin Tarantino en el mapa y demostró su talento innato para el diálogo afilado y la tensión cruda. Olvídate del atraco, porque nunca lo vemos. La película se centra en el después, en un almacén donde los ladrones supervivientes intentan descubrir quién les traicionó.
Es una obra maestra de la conversación confinada, casi teatral, donde cada línea de diálogo destila personalidad y desconfianza. El elenco, con Harvey Keitel, Tim Roth, Michael Madsen y Steve Buscemi, está sencillamente perfecto. ¿Y qué decir de esa escena de la tortura con la canción "Stuck in the Middle with You"? Es brutal, incómoda y absolutamente inolvidable. Una película indispensable que te muestra la violencia no tanto en su ejecución, sino en sus escalofriantes consecuencias y el drama humano (o inhumano) que genera.

1. Pulp Fiction (1994)
Prepárate para una inmersión total en el cine que redefinió una generación. Pulp Fiction no es solo una película, es un fenómeno cultural. Su estructura narrativa no lineal, que salta adelante y atrás en el tiempo, fue revolucionaria y mantiene al espectador pegado al asiento, tratando de unir las piezas de este complejo puzle criminal.
Desde los diálogos increíblemente ingeniosos y llenos de referencias pop (¡el famoso debate sobre las hamburguesas francesas!) hasta sus personajes icónicos interpretados por un elenco estelar - John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Bruce Willis -, todo en esta película es legendario. Ganó la Palma de Oro en Cannes y el Oscar al Mejor Guion Original, consolidando a Quentin Tarantino como una fuerza imparable en Hollywood. Es una clase magistral de estilo, conversación y violencia estilizada que sigue siendo tan fresca e impactante hoy como en 1994.
