Crudo (Grave), el impactante debut de Julia Ducournau, es una película que toma el concepto de 'coming-of-age' y lo retuerce de formas inesperadas... y caníbales. Justine, una joven vegetariana estricta, llega a una facultad de veterinaria y, tras una novatada que la obliga a comer carne cruda, desarrolla un apetito insaciable y perturbador.

Más allá del horror corporal, Crudo es una alegoría audaz y visceral sobre el despertar sexual, la rebelión adolescente y la aceptación de los propios instintos más oscuros. Ducournau no tiene miedo de ser explícita, pero lo hace con una dirección estilizada y segura. La película fue un fenómeno en festivales, no solo por su capacidad para generar desmayos, sino por su inteligencia temática y la actuación magnética de Garance Marillier como Justine. Es una película que se queda contigo, para bien o para mal.

Les Combattants (Love at First Fight) es una comedia romántica con un giro inusual. Dirigida por Thomas Cailley, sigue a Arnaud, un joven que, a pesar de tener un futuro aparentemente seguro en el negocio familiar, se siente atraído por Madeleine, una chica que se prepara intensamente para unirse al ejército por sus convicciones apocalípticas.

Lo que empieza como una extraña atracción se convierte en una aventura en un campamento de entrenamiento militar, donde ambos personajes exploran sus miedos, deseos y la búsqueda de su propósito. La película es una mezcla fresca de géneros, combinando el romance excéntrico con elementos de supervivencia y comedia existencial. Las actuaciones de Adèle Haenel y Kévin Azaïs son encantadoras y llenas de química, haciendo que esta peculiar historia sobre encontrar el amor (y quizás el fin del mundo) sea sorprendentemente dulce y divertida.

La clase (Entre les murs), dirigida por Laurent Cantet, es una película que te sumerge directamente en el bullicio y los desafíos de un aula de secundaria en un barrio multicultural de París. Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, la película se siente casi como un documental gracias a su estilo hiperrealista.

La historia sigue a François Marin, un profesor de francés, y sus interacciones con sus alumnos durante un año escolar. Lo fascinante es que muchos de los estudiantes son actores no profesionales que interpretan versiones de sí mismos, y gran parte de los diálogos surgieron de improvisaciones basadas en sus propias experiencias. La película explora las tensiones culturales, las diferencias sociales y los retos de la comunicación en un microcosmos que refleja la sociedad francesa. Es una mirada candidata e inteligente a la educación y la convivencia.

Céline Sciamma demuestra una vez más su maestría para retratar la infancia y la identidad en Tomboy. Esta película francesa nos presenta a Laure, una niña de 10 años que se muda a un nuevo barrio y decide presentarse a los demás como Mickaël, un niño.

La fuerza de Tomboy reside en su sensibilidad y delicadeza al abordar la exploración de género en la infancia. Sciamma filma con una naturalidad asombrosa, centrándose en los pequeños gestos y las interacciones de Laure/Mickaël con su familia y sus nuevos amigos. Zoé Héran, la joven actriz protagonista, ofrece una actuación extraordinaria y sutil que te llega al corazón. Es una película tierna y reflexiva sobre ser uno mismo y encontrar su lugar en el mundo.

Desde la mente singular de Xavier Dolan llega Los amores imaginarios (Les Amours imaginaires), una película que destila estilo y melancolía juvenil. Dolan, que no solo dirige sino que también actúa, nos presenta un triángulo amoroso entre dos mejores amigos, Francis y Marie, y el enigmático Nicolas, que llega a trastocar sus vidas.

La película es una exploración estilizada de la obsesión, la amistad y la fantasía que proyectamos sobre aquellos a quienes deseamos. Dolan juega con la estética, la música y diálogos ingeniosos para crear un retrato agridulce y visualmente cautivador de la juventud y el desengaño. Es una obra que se siente fresca y personal, con esa sensibilidad única que caracteriza el cine de Dolan.

La vida de Adèle (La Vie d'Adèle - Chapitres 1 et 2) es una inmersión profunda e íntima en el primer amor y el autodescubrimiento. Dirigida por Abdellatif Kechiche, esta película ganadora de la Palma de Oro en Cannes es famosa por la intensidad cruda y realista de la relación entre Adèle (Adèle Exarchopoulos) y Emma (Léa Seydoux).

La película explora la evolución de Adèle desde sus años de instituto hasta la edad adulta, marcada por su romance con Emma. Kechiche optó por un rodaje extenso y un uso notable de primeros planos para capturar cada matiz emocional y físico de sus actrices, quienes ofrecen actuaciones sencillamente espectaculares y desgarradoras. Es una exploración honesta y sin filtros de la identidad sexual, el deseo y las complejidades de una relación que cambia la vida. Un hito del cine contemporáneo.

Divinas (Divines) es una explosión de talento y descaro, un debut directorial electrizante de Houda Benyamina que ganó la Cámara de Oro en Cannes. La película sigue a Dounia, una adolescente que vive en un suburbio de París y sueña con hacerse rica rápidamente, entrando en el mundo del tráfico de drogas junto a su mejor amiga Maimouna.

Lo que hace a Divinas tan especial es la química brutal y conmovedora entre sus dos protagonistas (interpretadas por Oulaya Amamra y Déborah Lukumuen), y la forma en que la película mezcla el drama crudo con momentos de humor y fantasía. Es una historia sobre la ambición, la amistad incondicional y el deseo de escapar de un destino preescrito. Su estilo visual es atrevido y dinámico, reflejando la energía indomable de sus personajes. Una joya del cine francés reciente.

Prepárate para sumergirte en la energía arrolladora de Girlhood (Bande de filles). Esta película francesa, dirigida por la talentosa Céline Sciamma, nos lleva al corazón de los suburbios parisinos para seguir a Marieme, una adolescente que busca su lugar en el mundo. Es un retrato poderoso y auténtico de la amistad femenina, la búsqueda de identidad y los desafíos de crecer en un entorno difícil.

Sciamma tiene una habilidad especial para capturar la complejidad de la juventud, y aquí lo hace con una mirada empática y sin juicios. Verás cómo Marieme, junto a su nuevo grupo de amigas, experimenta la libertad, la solidaridad y los primeros pasos hacia la independencia. Una escena icónica, bailando al ritmo de Rihanna, encapsula perfectamente la efímera alegría y la fuerza de estas chicas frente a la adversidad. Es una película que te atrapa desde el primer minuto y te deja pensando.