Joyas del cine japonés: una lista imprescindible
Si quieres adentrarte en el fascinante mundo del cine japonés, aquí tienes una selección de obras maestras que demuestran su riqueza y diversidad.



El cine japonés tiene una historia rica y profunda, influyendo en el cine mundial de maneras inesperadas. Directores como Akira Kurosawa no solo definieron el género de samuráis con obras maestras como Los siete samuráis o Rashomon, sino que también inspiraron directamente a Hollywood, con películas como Yojimbo dando lugar a Por un puñado de dólares. Pero el cine nipón es mucho más que samuráis. El Studio Ghibli, bajo la batuta de genios como Hayao Miyazaki, ha cautivado al mundo con su animación poética y profunda, desde la fantasía de El viaje de Chihiro y La princesa Mononoke hasta dramas conmovedores como El viento se levanta o la desoladora La tumba de las luciérnagas. No podemos olvidar los dramas contemplativos de Yasujiro Ozu, cuya mirada a la familia japonesa en Cuentos de Tokio es universal. Obras más recientes como Your Name demuestran la continua innovación en animación. Y para los amantes de lo extremo, películas como Battle Royale o la surrealista House muestran un lado más oscuro y experimental. Incluso películas occidentales como Lost in Translation encuentran en Japón un escenario perfecto para explorar la incomunicación y la belleza melancólica. Esta lista abarca solo una pequeña parte de un legado cinematográfico inmenso y fascinante.
14. House (1977)
Si te atreves con algo totalmente surrealista y excéntrico, tienes que ver House (Hausu). Esta película de terror japonesa de 1977, dirigida por Nobuhiko Obayashi, es una experiencia única e inclasificable. Es una locura visual y narrativa que desafía todas las convenciones del género.
La trama, por llamarla de alguna manera, sigue a un grupo de colegialas que van a pasar las vacaciones de verano a la vieja casa de la tía de una de ellas, solo para descubrir que la casa está viva y tiene un apetito voraz por las jóvenes. Pero olvídate del terror convencional; 'House' es un festival de efectos visuales extraños, animaciones stop-motion absurdas, pantalla dividida, colores saturados y una lógica de sueño (o pesadilla). Obayashi, que venía del mundo de los anuncios de televisión experimentales, creó esta película con la ayuda de las ideas de su hija adolescente, y se nota en su energía juvenil y caótica. Es aterradora, divertida, desconcertante y absolutamente original. Una película de culto que hay que ver para creer.

13. El viento se levanta (2013)
El viento se levanta (Kaze Tachinu) es una película especial por ser, en su momento, anunciada como la última película de Hayao Miyazaki antes de su (primer) retiro. Estrenada en 2013, es una obra biográfica y ficticia que narra la vida de Jiro Horikoshi, el diseñador de aviones de combate Zero utilizados en la Segunda Guerra Mundial.
A diferencia de muchas otras películas de Ghibli, esta se basa en la historia real y tiene un tono más melancólico y adulto, aunque conserva la belleza visual característica del estudio. Explora la pasión de Jiro por el diseño aeronáutico, su relación con su esposa Naoko (quien sufre de tuberculosis) y el dilema moral de crear máquinas de guerra. Miyazaki entrelaza la realidad histórica con secuencias oníricas llenas de imaginación. Un detalle interesante es el uso de efectos de sonido poco convencionales, como voces humanas imitando motores de avión, lo que le da un toque único. Es una meditación poética sobre los sueños, la perseverancia y el precio del progreso.

12. Despedidas (2008)
Despedidas (Okuribito) es una película japonesa de 2008 que te tocará el corazón. Dirigida por Yojiro Takita, ganó el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa, un logro sorprendente y merecido que la dio a conocer a nivel mundial.
La película sigue a Daigo Kobayashi, un violonchelista que pierde su trabajo y regresa a su ciudad natal. Buscando empleo, responde a un anuncio ambiguo y termina trabajando como 'Nokanshi', un preparador funerario que realiza ceremonias rituales para los difuntos antes de la cremación o entierro. Inicialmente avergonzado por su trabajo (que en Japón a menudo se considera impuro), Daigo comienza a encontrar dignidad y belleza en el ritual y a reconciliarse con su propio pasado. Es una película profundamente humana y contemplativa sobre la vida, la muerte, la familia y encontrar propósito. La banda sonora, de nuevo compuesta por Joe Hisaishi, es bellísima y complementa a la perfección el tono emotivo de la película.

11. Lost in Translation (2003)
Lost in Translation ofrece una mirada diferente a Japón, vista a través de los ojos de dos extranjeros que se sienten fuera de lugar en Tokio. Dirigida por Sofia Coppola y estrenada en 2003, es una película melancólica y agridulce sobre la conexión humana en medio de la alienación.
Bill Murray interpreta a Bob Harris, un actor de cine envejecido en Tokio para rodar un anuncio de whisky, y Scarlett Johansson es Charlotte, la joven esposa de un fotógrafo de paso. Ambos se encuentran en el bar de su hotel de lujo y forjan una inesperada y tierna amistad mientras navegan por la soledad, el insomnio y la incomprensión cultural en la bulliciosa capital japonesa. La película captura de manera brillante la sensación de estar perdido en un lugar desconocido, la belleza y el caos de Tokio, y la química sutil entre los dos protagonistas es palpable. Ganó el Oscar al Mejor Guion Original para Sofia Coppola, quien se inspiró en sus propias experiencias en la ciudad. Es una película atmosférica y reflexiva sobre encontrar consuelo en lugares inesperados.

10. Battle Royale (2000)
Si buscas algo transgresor y controvertido, Battle Royale es tu película. Dirigida por Kinji Fukasaku y estrenada en el año 2000, esta película de culto japonesa generó un enorme debate por su premisa brutal y su comentario social.
La historia se sitúa en un futuro cercano donde el gobierno japonés, como medida para controlar la delincuencia juvenil, aprueba la Ley Battle Royale: cada año, una clase de instituto al azar es enviada a una isla desierta y obligada a luchar a muerte entre sí hasta que solo quede un superviviente. A pesar de su premisa violenta, la película es mucho más que un baño de sangre; es una sátira feroz sobre la autoridad, la desconfianza entre generaciones y la naturaleza humana bajo presión extrema. Las actuaciones de los jóvenes actores son sorprendentemente buenas, y la dirección de Fukasaku (quien vivió experiencias traumáticas en la guerra que influyeron en su visión) es implacable. Es una película que desafía y provoca, y que ha influido en muchas obras posteriores del género de supervivencia.

9. Yojimbo (El mercenario) (1961)
Yojimbo (El mercenario) es otra película icónica de samuráis de Akira Kurosawa, estrenada en 1961. Protagonizada por el inimitable Toshiro Mifune, esta película es pura diversión y estilo, con un toque de humor negro y mucha acción.
Mifune interpreta a Sanjuro, un ronin (samurái sin amo) sin nombre que llega a un pueblo dividido por la guerra entre dos clanes criminales rivales. Viendo la oportunidad, decide jugar a ambos bandos para limpiar el pueblo, usando su ingenio y su habilidad con la espada. La actuación de Mifune es legendaria; su forma de andar, su sarcasmo y su aparente desinterés ocultan una astucia letal. Kurosawa se inspiró parcialmente en las novelas de detectives de Dashiell Hammett para crear a este antihéroe. La película fue tan exitosa e influyente que inspiró directamente el spaghetti western 'Por un puñado de dólares' de Sergio Leone, protagonizada por Clint Eastwood, demostrando el alcance global del genio de Kurosawa.

8. La tumba de las luciérnagas (1988)
Prepárate para una experiencia emocional intensa con La tumba de las luciérnagas. Aunque a menudo se asocia con Studio Ghibli, fue dirigida por Isao Takahata y producida por Ghibli, pero con una visión mucho más sombría y realista que las fantasías de Miyazaki. Esta película de 1988 es un desgarrador relato sobre las consecuencias humanas de la guerra.
Basada en la novela semi-autobiográfica de Akiyuki Nosaka, la historia sigue a Seita y Setsuko, dos hermanos que luchan por sobrevivir solos en Japón durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, después de que su madre muera en un bombardeo. La película no romantiza la guerra ni busca héroes; simplemente muestra la brutalidad y la desesperación a través de los ojos de dos niños inocentes. Es una película difícil de ver por su realismo y su tristeza, pero es increíblemente importante por su mensaje antibelicista y su retrato tierno y trágico del vínculo entre los hermanos. Es una obra maestra del cine de animación que te dejará una marca duradera.

7. Cuentos de Tokio (1953)
Cuentos de Tokio (Tokyo Story) de Yasujirō Ozu es una de esas películas que se quedan contigo mucho tiempo después de verla. Considerada por muchos críticos como una de las mejores películas jamás hechas, es un retrato conmovedor y sutil de la familia y el inexorable paso del tiempo en el Japón de posguerra.
La trama es engañosamente simple: una pareja de ancianos viaja a Tokio para visitar a sus hijos adultos, solo para descubrir que estos están demasiado ocupados con sus propias vidas para dedicarles tiempo. Ozu es conocido por su estilo visual único, utilizando ángulos de cámara bajos (la famosa 'cámara tatami') y evitando movimientos innecesarios, lo que crea una sensación de calma y observación. La película no busca grandes dramas, sino que encuentra la emoción en los pequeños gestos, las conversaciones cotidianas y las decepciones silenciosas. Explora la brecha generacional, la obligación filial y la soledad de la vejez con una humanidad y una honestidad desarmantes. Es una obra maestra de la observación y la empatía.

6. Akira (1988)
Si te interesa el anime cyberpunk, no puedes perderte Akira. Esta película de 1988, dirigida por Katsuhiro Otomo (basada en su propio manga), es un hito absoluto en la animación japonesa y un referente para innumerables obras posteriores.
Ambientada en un Neo-Tokyo distópico y futurista tras una misteriosa explosión, la historia sigue a Kaneda, el líder de una banda de motociclistas adolescentes, cuyo amigo Tetsuo desarrolla poderes psíquicos inmensos y destructivos tras un accidente. La animación es increíblemente fluida y detallada para su época, especialmente en las icónicas escenas de persecución en moto y las secuencias de transformación de Tetsuo. La película no rehúye la violencia y la complejidad, explorando temas como la corrupción gubernamental, el aislamiento social y el peligro del poder incontrolado. Su impacto visual y temático fue tan grande que introdujo a muchos espectadores occidentales al mundo del anime para adultos y sigue siendo reverenciada por su audacia y su artesanía.

5. La princesa Mononoke (1997)
La princesa Mononoke es otra joya épica del Studio Ghibli y Hayao Miyazaki. Lanzada en 1997, es una película de fantasía histórica que aborda temas complejos como el conflicto entre la civilización industrial y la naturaleza, la guerra y la coexistencia.
La historia sigue a Ashitaka, un príncipe Emishi que busca una cura para una maldición y se ve envuelto en la lucha entre los habitantes de un pueblo minero (liderados por Lady Eboshi) y los espíritus del bosque y los animales gigantes (liderados por San, la 'princesa Mononoke'). La película es visualmente deslumbrante, con paisajes frondosos y criaturas fantásticas diseñadas con una imaginación desbordante. A diferencia de otras películas de fantasía, no presenta un claro 'bueno' contra 'malo', sino que explora las motivaciones y conflictos de ambos lados. La banda sonora de Joe Hisaishi es, una vez más, espectacular y contribuye enormemente a la atmósfera grandiosa de la película. Fue la película más taquillera en Japón hasta que fue superada por Titanic, demostrando su enorme impacto cultural.

4. Rashomon (1950)
Akira Kurosawa cambió el cine mundial con Rashomon. Estrenada en 1950, esta película no solo ganó el León de Oro en Venecia y un Oscar honorífico, sino que dio origen al término 'efecto Rashomon', que describe cómo diferentes testigos de un mismo evento dan versiones contradictorias de lo ocurrido.
Ambientada en el Japón del siglo XII, la película presenta el juicio de un bandido acusado del asesinato de un samurái y la violación de su esposa. Lo revolucionario es que Kurosawa nos muestra la historia desde las perspectivas de varios personajes implicados, cada uno con su propia versión de los hechos. Esto no solo es un ejercicio narrativo fascinante, sino que también plantea preguntas profundas sobre la verdad, la percepción y la naturaleza humana. La cinematografía es magistral, utilizando la luz y la sombra de forma expresiva, y las actuaciones son intensas. Es una película relativamente corta pero increíblemente densa y filosófica que te hará reflexionar mucho después de que terminen los créditos.

3. Your Name (2016)
Prepárate para que tu corazón dé un vuelco con Your Name. Esta película de Makoto Shinkai de 2016 fue un fenómeno global y se convirtió en una de las películas de anime más taquilleras de la historia por una buena razón. Es una historia de intercambio de cuerpos con un giro fantástico y emocional que te atrapará desde el primer minuto.
La película sigue a Taki y Mitsuha, dos adolescentes que, sin explicación alguna, comienzan a intercambiar cuerpos de forma intermitente. Lo que empieza como una comedia ligera pronto se convierte en una compleja y conmovedora historia sobre la conexión, el destino y el tiempo. La animación es sencillamente espectacular; Shinkai es conocido por su atención al detalle, especialmente en los fondos y la representación de la luz, ¡cada fotograma es una obra de arte! La banda sonora de la banda de rock japonesa RADWIMPS es otro pilar fundamental de la película, con canciones que se integran perfectamente en la narrativa y elevan la emoción. Es una experiencia cinematográfica moderna que combina romance, fantasía y un toque de ciencia ficción de una manera única y profundamente humana.

2. Los siete samuráis (1954)
Si hablamos de cine japonés esencial, es imposible no mencionar Los siete samuráis. Esta epopeya de Akira Kurosawa de 1954 es una de las películas más influyentes de la historia del cine, ¡punto! Su estructura narrativa ha sido copiada y adaptada incontables veces en Westerns (como 'Los siete magníficos') y películas de acción de todo el mundo.
La trama sigue a un pueblo de campesinos desesperados que contratan a siete samuráis errantes para defenderse de los ataques de bandidos. Lo que hace que esta película sea tan especial es su profundidad de personajes; cada samurái tiene su propia personalidad, motivaciones y arco. Toshiro Mifune, en particular, brilla como el impetuoso Kikuchiyo. Kurosawa no solo creó escenas de acción espectaculares, sino que también ofreció un retrato conmovedor de una época y de las relaciones humanas bajo presión. La película dura más de tres horas, ¡pero cada minuto merece la pena! Es una lección magistral de dirección, montaje y narración que sigue sintiéndose fresca y emocionante hoy en día.

1. El viaje de Chihiro (2001)
¡Prepárate para ser transportado a un mundo de fantasía pura y desbordante imaginación! El viaje de Chihiro no es solo una película animada, es una obra maestra que cautivó al mundo entero, ¡llegando a ganar un Oscar a la Mejor Película de Animación en 2003! Dirigida por el legendario Hayao Miyazaki, esta cinta nos sumerge en la aventura de Chihiro, una niña que se pierde en un universo paralelo habitado por dioses, espíritus y criaturas fantásticas.
Es fascinante cómo Miyazaki crea un mundo tan detallado y complejo, lleno de reglas propias y personajes inolvidables como Haku, Yubaba o Sin Cara. La película explora temas profundos como la identidad, la codicia, el trabajo duro y la importancia de recordar tu nombre. Un dato curioso es que Miyazaki se inspiró en la hija de un amigo para crear a Chihiro, queriendo reflejar a una niña de 10 años real, no una heroína prefabricada. La banda sonora de Joe Hisaishi es, como siempre, absolutamente cautivadora y acompaña perfectamente cada momento de la historia. Una joya imprescindible que te dejará sin aliento y con ganas de volver a visitarla una y otra vez.
