el terror en la feria: las mejores películas ambientadas en parques de atracciones
Cuando las luces se apagan y la multitud se va, los parques de atracciones se convierten en escenarios perfectos para el horror. Descubre las películas que exploran el lado oscuro de la diversión.



Hay algo inherentemente inquietante en un parque de atracciones vacío por la noche. Los colores chillones se vuelven sombríos, la música alegre se transforma en una melodía espeluznante y las atracciones diseñadas para la emoción se convierten en trampas mortales.
Este contraste entre la alegría diurna y el peligro nocturno es lo que hace que los parques de atracciones sean un telón de fondo tan efectivo para las películas de terror. Desde carnavales ambulantes con secretos siniestros hasta parques temáticos abandonados habitados por fuerzas oscuras, el escenario ofrece una mezcla única de nostalgia infantil y miedo primal.
Piensa en la vulnerabilidad en una montaña rusa desbocada o la claustrofobia en una casa de los horrores que cobra vida. Los payasos, que se supone que son divertidos, adquieren una cualidad perturbadora bajo la luna. Es un subgénero que juega con la familiaridad de un lugar de entretenimiento para subvertir nuestras expectativas y sumergirnos en una pesadilla.
Explorar este nicho no solo te garantiza sustos, sino que también te hace mirar dos veces esas luces brillantes y risas lejanas la próxima vez que pases por una feria.
5. Festival de Sangre (2018)
Festival de sangre (Blood Fest en inglés, 2018) nos presenta un giro interesante: ¿qué pasaría si un festival dedicado a celebrar el cine de terror se convierte en un baño de sangre real? La película sigue a un grupo de amigos que asisten a este evento masivo, lleno de atracciones temáticas y proyecciones, solo para verse atrapados cuando el organizador libera una horda de asesinos, monstruos y maniacos contra los asistentes.
Es una película que juega mucho con los tropos del terror, casi como una meta-comedia sangrienta. Hay referencias a diferentes subgéneros y películas icónicas, y el escenario del festival permite una gran variedad de escenarios de muerte y persecución, desde casas encantadas hasta laberintos mortales. Es divertida, consciente de sí misma y no se toma demasiado en serio, ofreciendo una dosis generosa de gore y acción para los fans del horror.

4. La casa de los horrores (1981)
Dirigida por el maestro del terror Tobe Hooper (el de 'La matanza de Texas'), La casa de los horrores de 1981 lleva el susto a un lugar muy específico: una atracción de feria. La historia sigue a un grupo de jóvenes que deciden pasar la noche en una 'casa de los horrores' itinerante, solo para descubrir que los maniquíes y los efectos especiales no son lo único que acecha en la oscuridad. Es una película que se apoya en el ambiente claustrofóbico y en la premisa clásica del slasher: jóvenes en un lugar aislado siendo cazados.
Aunque quizás no sea tan icónica como otras obras de Hooper, tiene ese toque crudo y perturbador característico de su estilo. La ambientación en la feria le da un aire decadente y espeluznante, aprovechando los sustos mecánicos y las ilusiones ópticas para crear una sensación de desorientación y peligro constante. Es un ejemplo sólido de terror de principios de los 80 aprovechando un escenario único.

3. Fright Fest (2018)
¿Qué podría salir mal en un evento de Halloween en un parque temático? Bueno, en Fright fest (2018), ¡absolutamente todo! La película se centra en un grupo de amigos que asisten a una noche especial de terror en un parque de atracciones, solo para descubrir que las atracciones y los sustos son... demasiado reales. Es una película slasher que juega con el concepto de la 'casa del terror' y los sustos programados que se vuelven letales.
Lo divertido de esta propuesta es cómo mezcla la ambientación festiva y artificial de un evento de Halloween con la brutalidad inesperada de la violencia real. Hay una energía juvenil y un intento de ser una carta de amor retorcida al género slasher, con muertes creativas y un villano enmascarado que acecha entre las luces de neón y el confeti. Perfecta para una noche de sustos con palomitas.

2. Montaña rusa (1977)
Si tienes miedo a las alturas o a la velocidad, Montaña rusa podría no ayudarte. Este thriller de 1977, con tintes de terror, te sumerge en el pánico causado por un saboteador que amenaza la seguridad de las atracciones de un parque temático. Protagonizada por George Segal y Timothy Bottoms, la película utiliza escenarios reales de parques de atracciones, lo que le da un realismo palpante.
Una curiosidad fascinante es que Universal Pictures usó un sistema de sonido llamado 'Sensurround' en algunos cines para simular las vibraciones y el rugido de la montaña rusa, haciendo que la experiencia fuera aún más inmersiva (y aterradora). Aunque es más un thriller de suspense que puro terror, la idea de una atracción divertida convertida en una trampa mortal es intrínsecamente escalofriante y explota nuestros miedos más básicos sobre perder el control.

1. El carnaval de las almas (1962)
Prepárense para un viaje inquietante a un lugar donde la realidad se desdibuja. El carnaval de las almas es una joya del cine de terror independiente de 1962, dirigida por Herk Harvey con un presupuesto minúsculo pero una imaginación desbordante. La película sigue a una joven que, tras sobrevivir a un accidente de coche, se siente atraída por un misterioso pabellón de baile abandonado en un parque de atracciones.
Lo que hace que esta película sea tan especial es su atmósfera onírica y su sensación de aislamiento. No hay monstruos al uso, sino una creciente sensación de dread y la presencia de figuras fantasmales que parecen pertenecer a otro plano. Su estilo visual es único y ha influenciado a numerosos directores posteriores, desde David Lynch hasta George A. Romero. Es una de esas películas que se quedan contigo mucho después de verla, explorando temas de la muerte y la existencia de una manera profundamente perturbadora.
